Avanzan las obras del Hospital Marianense

En el transcurso de la presente semana se concretará la colocación del techo del Hospital Marianense. Sin embargo, los discípulos de El Contra seguirán despachándose a gusto. El argumento repetido apunta a demostrar que la obra se ejecuta con fines electorales y que después del 22 de octubre se frenará. Esta versión es el latiguillo preferido de la oposición calumniadora y de aquellos que nunca se comprometen en nada, pero son lenguaraces tóxicos. Al margen de señoras nostálgicas de un pasado decadente, hay un sector de la oposición que se maneja con franqueza y lealtad. Que, además, reconoce la trascendencia del emprendimiento. La oposición constructiva espera que los hechos sigan su curso. Presiente que negar la importancia del hospital le ocasionará más daño que beneficio. Así, los opositores constructivos –radicales, republicanos, independientes- apuestan por la prudencia. Todavía están frescas en la memoria local el papel grotesco desempeñado por vecinos que se prestaron a poner su cara y su voz en notas para medios nacionales que vinieron a Mariano Acosta a ridiculizarnos. Y con tal de obtener cinco minutos de fama, algunos hablaron ante las cámaras televisivas porteñas invitadas por el concejal Pablo Cocuzza, que luego del operativo difamador, perdió la interna de Juntos por el Cambio. Hoy el hospital es una realidad. Y el intendente Menéndez, sin caer en la vocinglería oportunista, supervisa, de cerca, cada detalle de la obra que ha quedado bajo la responsabilidad de la Secretaría de Delegaciones conducida por Mauricio Canosa. El silencio es salud.