Alarmante caída de la recaudación
Según datos particulares, el 80% de los contribuyentes de Mariano Acosta, Agustín Ferrari y Río Alegre no paga en tiempo y forma las tasas municipales. Podrán alegarse diferentes motivos, pero el principal de todos se halla íntimamente vinculado con la recesión económica en ciernes. El aumento de tarifas de los servicios públicos y una inflación galopante superior al 50% en el primer trimestre del corriente año, dinamita los ingresos populares. Las consecuencias son de manual: restricciones en la compra de alimentos, de vestimenta, de contratación de productos recreativos y tecnológicos. Menos salud y educación. Ergo: más pobreza. Miles de contribuyentes eligen el pan y la leche para sus hijos antes que abonar los tributos locales, impidiéndole a la Municipalidad -por razones financieras- cumplir las contraprestaciones correspondientes. En este contexto desolador, la propaganda venenosa aprovecha la ignorancia y la mala fe de quienes hablan sin conocimiento de causa. La acusación fácil, el insulto y la difamación son moneda corriente. Se potencian en una sociedad enojada por la falta de horizontes claros y, además, por una prédica constante en contra de la política auspiciada por el Gobierno Libertario. Recordemos que los deudores, en otra época no demasiado lejana, perdían sus casas. Los remates judiciales dejaban en la calle a familias enteras. ¿Adónde fueron a parar los millones de dólares obtenidos de manera coercitiva? ¿Hicieron asfaltos, hospitales, escuelas? La Intendencia Menéndez superó las prácticas violentas del pasado reciente, asumiendo las responsabilidades jurisdiccionales que le competen. Desde el 10 de diciembre de 2015, la libertad y la democracia son valores sagrados en Merlo. Sin embargo, la incomprensión y la falsedad suelen imponerse. La seguridad ciudadana, por ejemplo, es materia provincial. Sin embargo, el Intendente paga los platos rotos… Años de desidia, abandono y proceder mafioso demandan recursos económicos y tiempo. El proyecto estratégico municipal, conducido por Gustavo Menéndez, fue revalidado tres veces en las urnas. Pero ha recibido un golpe fortísimo por la disminución de ingresos y la suspensión de numerosas obras decidida por la administración nacional. Sería conveniente, para la sana convivencia barrial y una justa apreciación de los hechos, que los vecinos tengan en cuenta todas estas cuestiones y separen el partidismo sectario de cualquier iniciativa que busque el Bien Común. Dios quiera que la comprensión y el respeto sean más fuertes que el grito de deudores seriales convertidos en tribunos hipócritas.