Daer se habló encima
La incitación al escrache de funcionarios públicos es tan delictivo como el escrache mismo. El sindicalista Héctor Daer salió a promover esa metodología aberrante contra los diputados nacionales que aprueben la ley ómnibus. “No van a poder caminar por la calle”, amenazó. Como si él fuera un dechado de transparencia y ejemplaridad gremial… La dejó picando y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich le retrucó: “quiero ver cómo camina él por la calle”. Jaque mate. Los sindicalistas se han puesto a la vanguardia de la oposición al Gobierno Libertario. Con lo que representa cada uno individualmente. Buscar un Rucci o un Ubaldini en el horizonte directivo cegetista es un error. Lleva a la inmovilidad. Quedate en casa. “Con bosta también se levantan paredes”, decía Perón. La habilidad de los albañiles permite una mezcla a punto, sin pasarse de bosta. Hola, Gerardo Martínez. Asoma el #24E y la organización de la marcha -que será multitudinaria- tiene que garantizar una expresión pluralista en paz. ¿Por qué un dirigente experimentado como Daer sale a agitar los fantasmas de la violencia política a pocas horas de la manifestación? ¿Pretende que el aparato estatal de contrainteligencia plante un nuevo Modart? Salir de las reglas del juego institucional agrava la crisis económica y social. Daer carga con una extensa carrera exitosa en el gremio de la sanidad. ¿Olvidó que el silencio es salud?